26 de noviembre de 2009

cenicienta cultural


erase una vez lo que aprendí


Erase una vez una mujer, inteligente, divertida, aventurera, corajosa, amiga de sus amigos, trabajadora, guapa por dentro y por fuera.............. ¿era una o rean muchas? Erase una vez un mundo de mujres y hombres libres...........
Ojala los cuentos infantiles, como vehículos de transmisión de valores, pautas, hábitos y conductas empezaran asi.
Los cuentos forman parte del momento y espacio cultural en el que son escritos. Sus funciones no se limitan a entretener, ya que indirectamente también contribuyen a transmitir y consolidar los paradigmas imperantes.
Como educadoras y educadores, como madres y padres, debemos tomar consciencia y reflexionar sobre que valores queremos enseñar y como lo vamos a hacer, así como analizar las herramientas utilizadas.
¿Qué hay detras de la cenicienta?
¿Qué hay detras de la princesa?.
En términos de género ¿que mensajes recibimos/ transmitimos?
¿Hemos reflexionado sobre nosotras/os mismos?

23 de noviembre de 2009

ni cenicienta ni princesa sino todo lo contrario


Este blog está dedicado a todas las cenicientas del mundo en general y en particular a las cenicientas en otoño.


Erase un vez, un curso llamado Cenicienta en otoño, donde convivieron por dos días todo tipo de cenicientas y cenicientos. El curso tenia un hada madrina llamada Pilar Perez, que lo organizaba todo con ayuda de sus ratoncitas. Y así entre suelos y fogones no pararón de hablar de zapatos, ánimos, ánimas, valores, conductas, género, arquetipos, cenizas, princesas y principes, dibujos animados, Walt Disney, espirales, Perrault, los hermanos Grimm, bailes y sueños.
Cuanto tocaron las campanadas, el mundo mágico de los trajes desaparecio, pero quedaron los blogs que nos calza a cada una.


Yo soy Rocío Manzanares, educadora social y estudiante de antropologia. A veces soy cenicienta y no me gusta (odio fregar los cacharros, doblar la ropa, limpiar el baño...) pero a veces lo soy y me gusta (me encanta estar con mi hija, ir al mercado, barrer, fregar y ordenar la casa...). A veces también soy princesa y no me gusta (me aburre no saber que hacer, odio depender de otros, sentirme en deuda...) y a veces me gusta (que me mimen, me toquen los pies, me hagan la comidita...). A veces soy yo misma y me siento bien y a veces no me soporto. Pero ante todo quiero SER libre, libre para volar y para posarme cuando quiera, para escoger y equivocarme, para contarle cuentos (o sueños) a mi hija que le enseñen a SER Libre.